Para estimular la curiosidad de nuestros hijos, es imprescindible que les dejemos hacer cosas por sí mismos.

Déjales que descubran el mundo, que toquen, que jueguen, que experimenten y que creen. Si te piden ayuda, préstasela, pero no intervengas por sistema en sus actividades. Deja que coman solos, que se vistan solos y que ordenen sus cosas.

Fomentar la autonomía para que se adapten mejor a cada entorno

Es normal que cometan errores. Pero no importa, déjales que se equivoquen, porque equivocarse es una de las formas más efectivas de aprender.
Así les ayudarás a fomentar su autonomía, a adaptarse mejor a su entorno y a seguir siendo curiosos. Descubrirán que su curiosidad les ha ayudado a poder valerse mejor por sí mismos, y querrán aprender más cosas.

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