El menú infantil de los restaurantes no es saludable

El menú infantil de los restaurantes no es saludable

Seguro que te ha pasado el ir mil veces a un restaurante con los peques y que te aconsejen el menú infantil como mejor opción para los peques. Pero… ¿Qué llevan estos menús? Lo más probable es que llegue el camarero y diga: “nuggets de pollo y patatas fritas”, congelados seguro. Súper nutritivo para nuestros hijos ¿verdad? La oferta gastronómica en menú infantiles se resume en platos como: patatas fritas, nuggets, hamburguesas, pizza y otros de este estilo.

El 80% de los platos para niños en los restaurantes sobrepasan el aporte calórico y son deficientes en calidad nutricional. La población infantil se ve afectada por el sobrepeso y obesidad: existen alrededor de 40 millones de menores de 5 años con sobrepeso, según lo señalado por la Organización Mundial de la Salud.

Uno de los datos más preocupantes sobre este tema es la cantidad de sal que contienen estas comidas, ya que sobrepasan lo recomendado. Al comparar las demandas nutricionales de los niños con la energía y nutrientes aportados por los menús infantiles, se observa que en los restaurantes las cantidades de sal son mucho más grandes que las ingeridas en las comidas de casa.

Se ha observado además que no existe interés por parte de la mayoría de restaurantes en mejorar la variedad o la calidad de los menús infantiles, o al menos tener una opción más saludable. Además, las porciones suelen ser muy grandes y la mayoría de los alimentos usados son preelaborados. Esto se traduce en una excesiva ingesta de alimentos en un periodo corto de tiempo por parte de los más pequeños del hogar. Esto podría producir a que un niño pase de un estado nutricional normal a mostrar sobrepeso u obesidad.

El problema es que un niño obeso tiene mayores posibilidades de ser un adulto con exceso de peso, y mientras antes se desarrolle el exceso de peso, antes aparecen las enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, hipertensión, dislipidemia, hígado graso, etc.

Se puede afirmar que nutricionalmente es mejor comer un plato de comida hecho en casa a lo que ofrecen a día de hoy muchos de los restaurantes. Es por ello que los niños deberían alimentarse como lo hacemos nosotros. Si en casa se come variado ¿por qué cuando salen a comer fuera no pueden seguir con la misma filosofía?

Pide una ensalada al centro para todos e intenta que coman de ella. Entrantes como mejillones, boquerones, quesos, salmón ahumado e incluso aguacate o guacamole con totopos caseros son ricos en nutrientes y grasas saludables, y además están muy ricos.

Como plato principal, tenemos opciones como paella, caldero, algún plato de cuchara del restaurante o simplemente carne al plato acompañado de verduras a la plancha o patatas al horno. Estas son algunas de las mejores opciones a elegir antes que una hamburguesa o nuggets acompañados de patatas fritas y ketchup. Finalmente, como opciones para el postre podemos tirar de tartas caseras hechas por el restaurante y/o fruta.

Es necesario que las familias, y primordialmente los padres, tomen conciencia de la importancia de que los niños (y ellos mismos) coman sanamente la mayor parte del tiempo, recordando que probablemente, los hábitos de los niños serán reflejo de los hábitos de sus padres, y que de eso dependerá su salud.

Es indispensable que las golosinas, comida rápida/procesada y bebidas azucaradas se dejen solo para situaciones especiales, y que el hábito diario sea comer comida casera fresca. Esto contribuiría enormemente a controlar el problema de la obesidad infantil hoy en día.