DESMONTANDO MITOS: El huevo, la leche de vaca y la naranja.
Cada vez nos preocupamos más por nuestra alimentación y la de los que nos rodean. Evitamos consumir ciertos alimentos e incluso los eliminamos de nuestra dieta, ¿pero cuántas veces contrastamos si la información que nos llega sobre estos es verídica?
EL HUEVO
El huevo despierta muchas dudas, ya que son diversos los rumores que se han ido difundiendo. Los desarrollamos a continuación.
1. Comer huevo a diario es perjudicial.
El huevo es un alimento muy beneficioso para nuestro cuerpo ya que aporta vitaminas, minerales, proteínas, colesterol del bueno y tiene una alta capacidad saciante. Por este motivo, en personas sanas no hay ningún tipo de problema para que lo consuman a diario.
2. La yema del huevo sube el colesterol
Aunque el contenido de la yema en colesterol es alto, esto no significa que vaya a subir el nivel de nuestro colesterol en sangre. Numerosos estudios han demostrado que el colesterol del huevo no perjudica la salud cardiovascular.
Además, el colesterol que contiene este alimento es el bueno (HDL).
3. Es mejor el huevo blanco que el marrón.
Falso. El color del huevo depende de la genética de la gallina, tanto el blanco como el marrón contienen los mismos valores nutricionales. Aproximadamente un huevo contiene 80kcal, se recomienda comer el huevo entero, tanta la clara como la yema. Esta contiene vitaminas A, D, E, B1, B2, potasio, hierro y fósforo. Lo realmente importante a la hora de comprar huevos no es el color de estos, sino cómo se ha criado a las gallinas de las que proceden.
Los huevos que provienen de gallinas camperas, con acceso al aire libre y una dieta compuesta de cereales, trigo y verduras, son más respetuosos con los animales que los de las gallinas criadas en cautividad. Pero no se ha podido demostrar que tengan mejor calidad o sabor.
4. La cáscara del huevo es tóxica.
La cáscara del huevo no contiene compuestos tóxicos, pero es posible que en el proceso desde que la gallina pone el huevo y llega hasta nuestra casa se puede contagiar de alguna bacteria como la salmonela. Por eso, siempre que vayamos a consumir el huevo debemos cocinarlo previamente.
Por último, el huevo es un alimento que posee antioxidantes, que reducen el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la vista, y colina, un nutriente muy positivo para el cerebro que apenas se llega a consumir suficientemente a diario.
LECHE DE VACA
La leche de vaca es otro de los productos que generan debate sobre sus beneficios. En los últimos años han sido muchos los rumores que han ido surgiendo acerca de este alimento, lo que ha hecho que muchas personas dejen de tomarla.
De repente la leche se ha convertido en el enemigo público número 1. Pero la realidad es que la leche concentra gran parte de los nutrientes que nuestro organismo requiere, como son calcio, vitamina D y B12, yodo, magnesio, hidratos de carbono y proteínas de calidad.
1. No se debe consumir leche después de la lactancia.
Falso. Si eres tolerante a la lactosa no hay problema para que sigas tomándolo a lo largo de tu vida. No hay ningún estudio que diga que tomar leche de vaca de sea malo para el organismo si puedes digerirla sin problemas. Además, de la leche sacamos múltiples beneficios, como la prevención de la osteoporosis y la reducción de fractura de huesos.
En los niños los lácteos son una excelente fuente de proteínas de calidad, una opción saludable, asequible y fácil de tomar. Contiene proteínas y energía que son necesarios para el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos. Para niños mayores de 1 año de edad es seguro tomar leche de vaca, pero se recomienda que sea únicamente entera. A partir de los 2 años nuestros hijos no deberían tener problemas para consumir otro tipo de leche de vaca.
La leche contiene grasa, sí, pero esto no quiere decir que engorde. Cada persona debe hacer una ingesta de kilocalorías al día, si esta se supera y almacena grasa, la persona engordará. Se puede superar la ingesta de kcal a través de la leche o de otros alimentos. Y muy importante, no podemos comparar la grasa de la leche entera con la grasa refinada de forma industrial que puede contener por ejemplo la bollería.
3. La leche provoca caries.
Falso. El consumo de leche es clave para la formación de los huesos y dientes por su alto contenido en calcio. Además, en la entrevista que realizó BBC a Jesús Román, Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la alimentación, este confirma que algunos lácteos como los quesos, disminuyen la incidencia de caries.
LA NARANJA
Este cítrico ha ido siempre acompañado de una larga lista de consejos sobre cómo tomarla. Muchos rumores que alteran el consumo que hacemos de esta, pero que no nos hemos parado antes a comprobar.
1. La naranja tiene mucha vitamina C.
Sí, la naranja tiene vitamina C, pero no tanto com otras frutas o verduras menos populares como el kiwi, las coles de Bruselas, la papaya o la guindilla. Ojo, que el hecho de que su aporte en Vitamina C no sea tan alto como pensábamos no significa que sea un alimento negativo para nuestro cuerpo. ¡Es una fruta rica y saludable!
2. Es perjudicial para las personas con diabetes.
Falso. De hecho, el consumo de alimentos cítricos como la naranja favorece controlar la diabetes, ya que es beneficioso para mantener los niveles de glucosa en sangre estables. Además, la naranja cuenta con propiedades diuréticas que ayudan a limpiar el organismo y también aporta mucha fibra.
3. La naranja favorece el aspecto de nuestra piel.
Las naranjas contienen minerales como el Zinc, que se encuentra vinculado al desarrollo y fortalecimiento dérmico. Se recomienda consumir las naranjas en ayunas a primera hora del día. En cambio, por las noches, con el estómago lleno puede ser pesada para el estómago.
4. Al zumo de naranja se le van las vitaminas si no lo tomamos al momento de hacerlo
Falso. La vitamina c de los zumos exprimidos no se pierde al instante de hacerlos, y es que la verdad que esta se mantiene varias horas, incluso puede llegar a perdurar 12 horas, como afirma la doctora Anna Bach en un artículo de Qcom.es. Con el paso de las horas el sabor del zumo va amargando, pero no debemos hacer caso de este mito sobre las vitaminas.
Por último, no debemos olvidar que las naranjas activan el sistema nervioso y el cerebro, ya que tienen un alto contenido en manganeso, que ayuda al funcionamiento del sistema nervioso y aumenta la claridad del cerebro.