Psicomotricidad Fina

Psicomotricidad Fina

La psicomotricidad fina se refiere a aquellos movimientos del cuerpo que requieren más destreza, precisión y habilidad, especialmente los realizados con las manos y los brazos. Algunos ejemplos de actividades que requieren de psicomotricidad fina son la escritura, la pintura o la cocina.

En la psicomotricidad fina es muy importante la coordinación ojo-mano, que va a permitir que los niños realicen acciones como agarrar objetos, pinzar, escribir o dibujar.

Estas habilidades son un entremiento en la vida de los niños para poder conseguir desarrollar otras habilidades más complejas. De hecho, es fundamental para que superen con éxito la etapa escolar, ya que si tienen una buena psicomotricidad fina, podrán leer y escribir mejor y más rápido, algo que facilitará la comprensión y hará que aprendan más.

Qué es la psicomotricidad fina y cómo desarrollarla en los niños

¿Qué podemos hacer para trabajar la psicomotricidad fina? Utilizar plastilina, rasgar y cortar papeles, hacer bolitas con papel, perforar, dibujar, hacer puzles… En general, todos los juegos que impliquen a las manos y requieran algo de concentración serán buenos.

También podemos ir un paso más allá e involucrarles en tareas cotidianas que requieran psicomotricidad fina, como por ejemplo la cocina. De este modo, estarán desarrollando su coordinación y su precisión al tiempo que aprenden sobre los alimentos y cómo se preparan.

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